La adolescencia y como funciona el cerebro del adolescente

La adolescencia es una etapa de transición del desarrollo entre la niñez y la adultez. La adolescencia es una época de oportunidades y riesgos. Los jóvenes que tienen
relaciones de apoyo con los padres, la escuela y la comunidad tienden a desarrollarse de una forma saludable y positiva. Sin embargo los adolescentes enfrentan hoy peligros para su bienestar físico y mental que incluyen altas tasas de mortalidad por accidentes, homicidios y suicidios. Las conductas de riesgo pueden reflejar la inmadurez del cerebro adolescenteLa adolescencia abarca el lapso entre los 11 y 19 o 20 años.
En muchas sociedades tradicionales son comunes los rituales que marcan que un niño ha alcanzado la mayoría de edad. Mientras tanto en las sociedades modernas no se  trata de un simple paso sino de un largo período que implica cambios físicos, cognoscitivos, emocionales y sociales y que adopta diferentes formas en diferentes escenarios sociales, culturales y económicos.
Un cambio físico importante es el inicio de la pubertad que anteriormente se creía que iniciaba con la adolescencia pero que médicos han demostrado que los cambios puberales tienen lugar mucho antes de los diez años.
La pubertad es el resultado de la producción de  varias hormonas. Entre los 6 y los 8 años se activan las glándulas suprarrenales mientras que la maduración de los órganos sexuales se da unos cuantos años mas tarde. Las hormonas que se producen son los andrógenos y los estrógenos. Los niños y las niñas tienen ambos tipos de hormonas pero en las mujeres son mayores los niveles de estrógenos mientras que en los varones los niveles de andrógenos son más elevados.
El momento preciso en que empieza esta importante actividad hormonal parece depender de que se alcance la cantidad crítica de grasa corporal que se necesita para la
reproducción exitosa. Por consiguiente las niñas con un porcentaje más alto de grasa en su niñez muestran un desarrollo puberal más temprano. Esto se da con mas frecuencia en las niñas que en los niños.
Algunos investigadores atribuyen la mayor emocionalidad y mal humor de la adolescencia temprana de las niñas a esos desarrollos hormonales. En realidad, emociones negativas como la aflicción y la hostilidad, así como los síntomas de depresión que muestran las niñas tienden a aumentar a medida que progresa la pubertad. Sin embargo otros factores como el sexo, el temperamento, edad pueden moderar o anular las influencias hormonales.

El cerebro del adolescente
Antes se creía que el cerebro del adolescente había madurado por completo a la  llegada de la pubertad. Sin embargo, estudios actuales de imagenología revelan que el desarrollo del cerebro adolescente todavía está en progreso.
Entre la pubertad y la adultez temprana tienen lugar cambios espectaculares en las estructuras del cerebro involucradas en las emociones, el juicio, la organización de la conducta y el autocontrol. La inmadurez del cerebro ha cuestionado sobre si se debe de hacer responsable a un adolescente de sus actos, lo que dió lugar a que en la Suprema Corte de los Estados Unidos en el 2005 se dictara que la pena de muerte era ilegal para un asesino convicto que tuviera 17 años en el momento en que cometió el crimen.
La toma de riesgos parece resultar de la interacción de dos redes cerebrales: 1) una red socioemocional que es sensible a estímulos sociales y emocionales, como la influencia de los pares y 2) una red de control cognoscitivo que regula las respuestas a los estímulos.
La red socioemocional incrementa su actividad en la pubertad, mientras que la red de control cognoscitivo madura de manera más gradual hacia la adultez temprana.
Esos hallazgos pueden ayudar a explicar la tendencia de los adolescentes a mostrar arrebatos emocionales y conductas de riesgo y por qué la toma de decisiones suele ocurrir en grupos.
Además los adolescentes procesan la información relativa a las emociones de manera diferente a los adultos. En un estudio los investigadores examinaron la actividad cerebral de los adolescentes mientras identificaban emociones expresadas por rostros en la pantalla de una computadora. Los adolescentes tempranos de 11 a 13 años tendían a usar la amígdala, una pequeña estructura en forma de almendra que se localiza en lo profundo del lóbulo temporal y que tiene una importante participación en las reacciones emocionales e instintivas. Los adolescentes mayores de 14 a 17 años mostraron patrones más similares a los adultos, pues usaban los lóbulos frontales que manejan la planeación, el razonamiento, el juicio, la regulación emocional y el control de los impulsos, lo cual permite hacer juicios razonados más certeros. 
Esta diferencia podría explicar las elecciones poco sensatas de los adolescentes cono el abuso de sustancias y los riesgos sexuales. El desarrollo del cerebro inmaduro puede permitir sentimientos que anulen la razón e impiden que presten atención a las advertencias que los adultos consideran lógicas y persuasivas. El subdesarrollo de los sistemas corticales frontales asociados con la motivación, la impulsividad y la adicción puede ayudar a explicar por qué los adolescentes tienden a buscar emociones y novedad y por qué a muchos de ellos les resulta difícil enfocarse en metas a largo plazo.
Para entender la inmadurez del cerebro adolescente también es necesario revisar los cambios en la estructura y composición de la corteza frontal. Primero, en la adolescencia continúa en los lóbulos frontales el incremento de la materia blanca que es típico del desarrollo del cerebro en la niñez. Segundo la poda de las conexiones dendríticas que no se utilizaron durante la niñez da por resultado una reducción de la densidad de la materia  gris, lo cual aumenta la eficiencia del cerebro. Este proceso empieza en las porciones posteriores del cerebro y avanza hacia adelante. Sin embargo en su mayor parte no ha alcanzado los lóbulos frontales para la adolescencia.
Los adolescentes que "ejercitan" su cerebro por medio del aprendizaje para ordenar sus pensamientos, entender conceptos abstractos y controlar sus impulsos sientan las bases nerviosas que les servirán por el resto de sus vidas.
La vida en la adolescencia no es fácil debido a los factores hormonales que bombardean a los chicos, en realidad esta no es la etapa para empezar a tener comunicación con los hijos, la comunicación se ha debido de llevar a cabo algunos años atrás, cuando el todavía era un niño pues el repentino interes del padre por la conducta extraña del adolescente lo hará ponerse a la defensiva, así que si tiene niños pequeños participe todo lo que pueda con el en los juegos para que así al entrar a esta etapa al chico no le extrañe su repentino interés, de todas maneras nunca es tarde para tratar de comunicarse con el adolescente, recuerde que su cerebro se está formando y necesita de mucha ayuda aunque él lo quiera negar, los padres y maestros siempre debemos de estar al tanto de que es lo que pasa con nuestros adolescentes. Además eduquemos con el ejemplo, de que vale que les digamos que no es bueno fumar, cuando en caso todo el mundo fuma, esto no les va a ayudar a los chicos, las adicciones comienzan muchas veces en casa. Bueno pero el tema de las adicciones lo dejo para otro post.
Y si llegaste hasta aquí gracias por leer este artículo y suerte con tu hijo o con tu alumno adolescente.

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