Como llegar a un acuerdo

Día a día debemos de lidiar tratando de llegar a acuerdos tanto en el trabajo con nuestros superiores, con nuestros pares o quizás con nuestro subordinados si somos jefes, en nuestras casas, cuando vamos simplemente al mercado a comprar. 

Debemos siempre tratar de  llegar a un acuerdo sensato eficiente y amistoso, pero a veces por nuestro orgullo en no querer dar nuestro brazo a torcer es cuando nos encerramos en nuestro punto de vista sin querer mirar a nuestro alrededor, a la otra parte con la que estamos negociando.
Si llegamos a un acuerdo en base a lo que nos conviene no llegaremos a un acuerdo eficiente y el acuerdo se hace cada vez más difícil.
El primer punto es separar a las personas del problema, para lograr un acuerdo amistoso.
Debemos centrarnos en los intereses de cada parte para que el acuerdo sea justo. 
No debemos de intentar poner nuestras conveniencias sobre las de otras personas pero tampoco dejar que la otra parte nos doblegue poniendo sus ideas por sobre nuestros intereses, pues eso creará conflictos que a la larga no favorecerá a ninguna de las dos partes.
Para que las emociones no influyan se debe de dejar  fluir todas las emociones negativas que nos intranquilizan. Analizar la situación y dar una gama de posibilidades de solución para el conflicto.
Las soluciones deben de tener un criterio objetivo que ambas partes de la negociación aprecien como el precio del mercado, lo que dicen los expertos, etc.

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