Escuela de todos y para todos

La escuela hay que redefinirla, hay que soñarla. Es importante y necesario invitar a toda la comunidad educativa a que participe de este sueño individual y colectivo.

 

Debemos preguntarnos qué escuela queremos para nuestros hijos y los docentes debemos participar de este sueño como docentes y como padres ¿Tal y como trabajamos nosotros nos gustaría que trabajaran los profesores de nuestros hijos? ¿El proyecto educativo que nosotros tenemos es el que tuvieron ellos? ¿Por qué no aceptar que las familias, los alumnos, los maestros (con los valores que aportamos todos, el modo de entender la realidad, con nuestra riqueza personal, desde nuestros propios intereses) estamos en el mismo barco y que en él cada uno debemos realizar nuestra tarea, pero el rumbo hacia donde queremos dirigir la nave es tarea de todos?

Esta escuela, que debemos construir, tiene que ver con la escuela abierta verdaderamente democrática donde se trabaja en equipo,  y se da importancia primordial a la manera de aprender y enseñar.