El hombre hace todo por amor
El hombre hace todo por amor, en todas nuestras actividades está implícito el amor. Trabajamos por amor, para darle una mejor vida y educación a nuestros hijos, hacemos todo por amor, buscando el cariño de nuestros
semejantes, los niños buscan el cariño de sus padres y después buscan la amistad y la aceptación de amigos de su edad, los adultos buscamos el amor de una pareja y de amigos que nos den su amistad por ser quienes somos y no por el trabajo o la cuenta bancaria que tengamos.Un hombre que ha crecido sin amor, siempre tendrá falta de algo, pues el amar se aprende dentro de la familia. El arte de amar se aprende en la infancia.
El amor no es el sexo, no es pasión, es una decisión, es un compromiso. Si la sola presencia del otro te hace feliz, te da paz, entonces si es verdadero amor.
Las personas que buscan hacer guerras incomprensibles es porque en el fondo buscan ser amados, ser reconocidos por los demás, a veces hay personas imposibles de tratar, pero lo que buscamos todos es ser amados.
Pero el amor como todas las cosas empiezan por casa, nadie puede amar, si antes no se ama a sí mismo, si uno mismo no es su mejor amigo, si no nos tratamos a nosotros mejor de lo que tratamos a otras personas.
Si no hay amor en tu corazón entonces, nada eres, no hay sentido en tu existencia.
La justicia sin amor, te hace implacable,
la riqueza sin amor, te hace avaro,
la belleza sin amor te hace ridículo,
la ley sin amor te hace injusto.
La vida sin amor no vale nada,
la vida con amor lo es todo.
Aquí dos pequeñas historias sobre el poder del amor:
Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que quería separarse de ella pues ya no sentía nada por ella y el sabio le dijo ámela, pero el hombre le dijo que ya no la quería. Y el sabio le dijo: amar es una decisión, no un sentimiento, limpie el camino, saque las hierbas malas, abone el terreno, ame a su pareja, admírela y valórela.
Una vez una señora fue donde un brujo para pedirle algunas hierbas para matar a su suegra, pues ya no la soportaba, la odiaba demasiado. Pero el brujo que también era sabio le dio a la Señora unas hierbas inofensivas que no causaban ningún daño y le dijo que todos los días debía darle unos gramitos de esta hierba en el almuerzo, y que al cabo de unos meses moriría pero para evitar toda sospecha debía de hacerse su mejor amiga, su confidente, y debía prodigarle todo el cariño y el afecto que pudiera, al cabo de dos meses la señora llegó donde el brujo y le dijo que ya no quería que su suegra muriera y le suplicó por su suegra.
El brujo le dijo que no se preocupe que vaya en paz pues lo que le había dado no era veneno y su suegra no moriría.A veces debemos aprender a amar a las personas antes de juzgarlas.
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