Un gran equipo: El pez payaso y la anémona

En la naturaleza hay muchos tipos de mutualismo. Pero una de las relaciones más peligrosas me parece es la del pez payaso y la anémona. El pez payaso o llamado científicamente Amphiprioninae vive en armonía con las anémonas. El pez payaso no puede nadar muy bien y busca la protección de la anémona, pues sin su protección podría llegar a ser presa de hambrientos depredadores. ¿Y qué gana la anémona a cambio? El pez payaso aleja al pez mariposa que se alimenta de los tentáculos de la anémona.

El pez payaso vive en armonía con la anémona, la cual tiene en sus tentáculos veneno, técnicamente hablando el pez payaso nada en el peligro. Pero el pez payaso no nace inmune al veneno. Sino que se va haciendo inmune a medida que lo va recibiendo primero en pequeñas cantidades y paulatinamente poco a poco se va haciendo inmune. Cuando va a habitar una anémona primero la toca por varias horas. Al parecer esto le permite modificar su cobertura protectora para adaptarla al tipo de veneno de la anémona. Es probable que sufra un poco durante este proceso, pero después el pez payaso y la anémona se llevan excelentemente bien.

Pez Payaso en su anémona

El pez payaso nos da una excelente lección, no hay que darse nunca por vencido, ni si aún el clima parece algo tóxico, al final el sabe que puede aportar mucho a la anémona, hasta incluso salvarle la vida. Pues cuando unos investigadores separaron a los peces payaso de sus anémonas, las anémonas desaparecieron en unas horas debido a que los peces mariposa habían acabado con ellas.

Esta es también una gran enseñanza de trabajo en equipo. A veces trabajar con personas nuevas es un poco doloroso. Uno debe de adaptarse a las personas y a la cultura de la organización y no lo contrario. Esto nos puede llevar algo de tiempo y sufrimiento pero el esfuerzo al final es recompensado. Porque ambas partes se benefician.